Certificados de Ahorro Energético (CAE) en España: Guía Completa para Empresas

Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) son una de las herramientas más relevantes para incentivar la eficiencia energética empresarial en España. Regulado por el Real Decreto 36/2023, los CAE permiten certificar y comercializar los ahorros energéticos generados por los proyectos de mejora de la eficiencia energética.

En esta guía exploramos contigo qué son los CAE, cómo funcionan, qué ventajas ofrecen a las empresas y cómo pueden convertirse en una oportunidad económica y estratégica, transformando la inversión en eficiencia energética en ahorro energético e ingresos mediante su monetización con terceros.

Marco normativo de los Certificados de Ahorro Energético (CAE)

La base legal de los CAE en España se establece en el Real Decreto 36/2023, que desarrolla el Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE), en cumplimiento de la Directiva (UE) 2018/2002, que define cómo deben contribuir las empresas energéticas (conocidas como sujetos obligados) a los objetivos nacionales de eficiencia energética con actuaciones directas o a través de la adquisición a terceros de los certificados CAE.

Cada certificado equivale a 1 kWh de energía final ahorrada, verificada y acreditada oficialmente. Pueden participar tanto los sujetos obligados (comercializadoras de gas y electricidad), como los sujetos delegados (empresas o consultoras) que desarrollan proyectos de eficiencia energética para generar certificados CAE.

La normativa asigna al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) y al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) un papel central en la gestión del sistema, junto con las comunidades autónomas, que validan los proyectos de sus respectivos territorios.

Un marco regulatorio que garantiza la trazabilidad, la transparencia y la fiabilidad en la acreditación de los ahorros energéticos.

Funcionamiento del sistema CAE para empresas en España

El sistema CAE se basa en la cuantificación, verificación y certificación de ahorros energéticos generados mediante proyectos concretos de mejora y eficiencia energética. Cuando una empresa ejecuta una actuación de mejora (por ejemplo, la sustitución de calderas, sistemas de iluminación o procesos industriales), puede solicitar que esos ahorros sean acreditados oficialmente con los Certificados de Ahorro Energético (CAE). Cada CAE equivale a 1 kWh de energía final ahorrada, validada y registrada por la administración pública.

El proceso implica, por norma general, las siguientes fases:

1. Ejecución y documentación: la empresa ejecuta la medida de eficiencia energética y reúne todas las evidencias necesarias: facturas, fichas técnicas, informes de instalación y, en algunos casos, mediciones de consumo antes y después de la intervención. Estas pruebas documentales servirán para demostrar el ahorro energético real conseguido y asegurar que la actuación cumple los requisitos técnicos establecidos.
   
2. Realización del expediente CAE: una vez completada la actuación, el consultor de la oficina técnica analiza la documentación, la recopila, ejecuta los cálculos necesarios y monta el expediente según la estructura establecida.
   
3. Verificación técnica: un verificador acreditado comprueba que los resultados son correctos, medibles y conformes a la metodología oficial, y comprueba la trazabilidad de los datos y documentos incluidos en el expediente CAE, garantizando que los ahorros declarados son fiables y consistentes.
   
4. Validación y emisión del certificado: tras la verificación, el expediente se envía a la autoridad competente, generalmente la comunidad autónoma, que valida los ahorros energéticos conseguidos y autoriza la emisión de los CAE. Una vez aprobados, los certificados se generan digitalmente y se inscriben en el Registro Nacional de CAE, quedando listos para su uso por los sujetos obligados para cumplir sus cuotas anuales de ahorro o para su venta a otras empresas, generando así ingresos adicionales.
   
5. Seguimiento y control: los organismos competentes pueden realizan auditorías periódicas para garantizar que los ahorros certificados se mantienen durante el tiempo previsto, y que las actuaciones de mejora de la eficiencia energética siguen operativas.

Los CAE son transferibles y pueden negociarse en un mercado secundario, permitiendo a los sujetos obligados adquirirlos a terceros. Este diseño aporta flexibilidad y eficiencia económica al sistema, fomentando la inversión privada en proyectos de eficiencia energética empresarial.

Beneficios y oportunidades de los Certificados de Ahorro Energético para empresas. Tipos de agentes CAE

El mecanismo de los Certificados de Ahorro Energético (CAE) no solo impulsa la eficiencia y la sostenibilidad de las empresas españolas, sino que también abre nuevas oportunidades económicas y estratégicas para empresas, administraciones e inversores. Los beneficios del sistema CAE varían según el tipo de agente que participe:

1. Sujetos obligados: las compañías energéticas incluidas en el sistema de obligaciones (como comercializadoras de electricidad, gas o productos petrolíferos) pueden cumplir parte de sus compromisos de eficiencia adquiriendo CAE de terceros, en lugar de ejecutar directamente los proyectos. Esta opción les otorga una mayor flexibilidad operativa y económica, permitiéndoles optimizar recursos y contribuir a los objetivos nacionales de ahorro mediante mecanismos de mercado. Además, les facilita diversificar sus estrategias de cumplimiento, adaptándose a los costes y a la evolución de los precios del mercado de certificados.
2. Sujetos delegados: son organizaciones que no están sujetas a obligaciones, pero que pueden beneficiarse del sistema CAE. Cuando ejecutan proyectos de mejora de eficiencia energética (por ejemplo, sustitución de equipos o mejoras en edificios) pueden generar CAE y venderlos en el mercado, obteniendo ingresos por los ahorros generados, o bien llegar a acuerdos con los sujetos obligados para operar en su nombre (delegación de la obligación).
3. Instaladores, ingenierías y promotores de proyectos: para las empresas que desarrollan, implementan o gestionan medidas de eficiencia energética, el sistema CAE supone un nuevo modelo de negocio y una mejora de la competitividad de las soluciones propuestas.
4. Inversores y agentes financieros: el mercado de los CAE está dando lugar a un nuevo activo vinculado a la transición energética, con potencial de valorización a medida que crezca la demanda y se estabilice el sistema. Los inversores especializados en energía o sostenibilidad pueden participar en este mercado emergente, financiando proyectos de eficiencia energética y obteniendo rentabilidad a través de la emisión o compraventa de los certificados. Un instrumento alineado con la financiación sostenible y las estrategias ESG (Environmental, Social and Governance).

Beneficio colectivo de los Certificados de Ahorro Energético (CAE)

Más allá de los incentivos individuales, los CAE tienen un impacto positivo como país. Contribuyen a reducir el consumo energético global, impulsan la modernización tecnológica de los sectores productivos, mejoran la competitividad empresarial y refuerzan el cumplimiento de los objetivos climáticos nacionales y europeos. Además, fomentan la colaboración público-privada y canalizan inversión privada hacia la eficiencia energética.

Actuaciones elegibles para generar Certificados de Ahorro Energético (CAE) para empresas en España

Todas las actuaciones de mejora de eficiencia energética empresarial son susceptibles de generar Certificados de Ahorro Energético (CAE). Para que un proyecto sea válido, debe cumplir los criterios técnicos y metodológicos establecidos por el MITECO, que garantizan que sean medibles, trazables y verificables.

Las metodologías de certificación de actuaciones se dividen en 2 categorías:

1. Actuaciones estandarizadas.
2. Actuaciones singulares.

Actuaciones estandarizadas

Las actuaciones estandarizadas cuentan con fichas técnicas publicadas por el MITECO, donde se especifica de forma detallada el ámbito, los requisitos, las fórmulas, los datos a presentar y la documentación a adjuntar en el expediente CAE. Entre los ejemplos más habituales se incluyen:

1. Sustitución de luminarias tradicionales por iluminación LED, con mejora de la eficiencia y reducción del consumo eléctrico.
2. Cambio de calderas de combustión por equipos eléctricos de bomba de calor, por lo general tecnología de aerotermia, aunque no exclusivamente.
3. Instalación de variadores de frecuencia en motores eléctricos, que optimizan el consumo en función de la demanda real del proceso industrial.
4. Mejoras de los aislantes térmicos de las fachadas de edificios, o de las ventanas, lo que reduce las demandas energéticas del edificio objeto de la actuación.

Estas actuaciones se caracterizan por su homogeneidad y replicabilidad, lo que facilita la estimación de los ahorros y agiliza el proceso de certificación.

Actuaciones singulares

Las actuaciones singulares requieren una evaluación específica, debido a su complejidad técnica o carácter innovador. Suelen ser proyectos únicos o altamente especializados, donde los ahorros energéticos no pueden calcularse mediante fichas estándar y requieren análisis y verificación individual. Ejemplos típicos incluyen:

1. Proyectos industriales avanzados, con procesos de producción optimizados.
2. Cualquier tipo de actuación de eficiencia energética no recogida (porque no cumple los criterios de requisitos o ámbitos de aplicación) en las fichas estandarizadas.
3. Aplicación simultánea de dos actuaciones estandarizadas que poseen interacciones entre sí, modificando el alcance de las mismas.

Estas actuaciones permiten incorporar la innovación tecnológica al sistema CAE, ofreciendo un incentivo económico a soluciones que generen ahorros significativos y novedosos. Los sectores más activos en la generación de CAE son los de la industria y la movilidad. Sin embargo, el sistema está abierto a cualquier ámbito donde se pueda demostrar un ahorro energético real y verificable, lo que permite a empresas de todos los sectores explorar las oportunidades de generación de los Certificados de Ahorro Energético (CAE).

Procedimiento práctico para obtener Certificados de Ahorro Energético (CAE) para empresas

Obtener Certificados de Ahorro Energético (CAE) es un proceso que combina aspectos técnicos, administrativos y de verificación, con el fin de garantizar que los ahorros energéticos declarados sean reales, medibles y trazables. Aunque cada proyecto puede tener particularidades, de forma general, el procedimiento se organiza en 5 fases que aseguran la transparencia del sistema y la fiabilidad de los certificados emitidos:

1. Identificación de la actuación y determinación de la metodología a aplicar.
2. Ejecución del expediente CAE.
3. Verificación por parte de una empresa certificada por ENAC.
4. Validación administrativa por parte de la Administración Pública competente.
5. Liquidación o comercialización del CAE.

1. Identificación de la actuación y determinación de la metodología a aplicar

El primer paso consiste en seleccionar el proyecto de eficiencia energética que será candidato a generar CAE. La empresa o promotor debe analizar sus instalaciones, procesos o activos para identificar medidas que puedan producir ahorros energéticos significativos y verificables.

Esta fase implica evaluar la viabilidad técnica y económica del proyecto, definir los objetivos de ahorro y determinar si la actuación se ajusta a las fichas estandarizadas o si requiere una evaluación singular. Una correcta identificación facilita optimizar la planificación y maximizar los beneficios económicos y ambientales.

2. Ejecución del expediente CAE

En esta fase, la oficina técnica, tras la implementación de la actuación, recopila toda la documentación que demuestre la efectividad de la medida, ejecuta los cálculos y ordena la documentación para cumplir con los requisitos del expediente CAE, en función de si es un proyecto estándar o singular (personalizado).

La oficina técnica deja preparado el expediente para que un sujeto obligado o un sujeto delegado pueda solicitar la verificación del expediente, pues son los dos únicos agentes que pueden solicitar verificaciones.

3. Verificación por parte de una empresa certificada por ENAC

Posteriormente, un verificador externo acreditado por ENAC revisa los resultados (comprobando el origen y la trazabilidad de los datos), que los ahorros obtenidos cumplen con los criterios técnicos y metodológicos del MITECO y que está recopilada toda la documentación administrativa solicitada. La verificación incluye:

1. Inspecciones in situ en casos singulares.
2. Comparación del origen de todos los datos.
3. Revisión de las evidencias documentales.

Este paso asegura que solo se certifiquen ahorros reales y cuantificables, evitando discrepancias o sobreestimaciones.

4. Validación administrativa por parte de la Administración Pública competente

Con el informe de verificación favorable, el expediente se remite a la autoridad competente, que a su vez deriva a los diferentes agentes de energía de las comunidades autónomas, que realizan la revisión final. Si se cumplen todos los requisitos, se aprueba la solicitud, se matriculan los ahorros y se procede a la emisión de los certificados digitales en el registro nacional del MITECO.

Esta validación garantiza que los CAE tienen validez legal y fecha de caducidad para su comercialización, lo que da respaldo a su uso para cumplir obligaciones o para una segunda comercialización en el mercado secundario.

5. Liquidación o comercialización del CAE

Una vez emitidos, los CAE pueden destinarse a distintos fines:

1. Cumplimiento de obligaciones: los sujetos obligados (comercializadoras de energía) pueden utilizarlos para cubrir sus cuotas anuales de ahorro energético.
   
2. Venta o transferencia a terceros: los CAE se pueden comercializar, generando ingresos adicionales para la empresa que generó el CAE.

Este procedimiento puede realizarse directamente o a través de una consultora especializada como 7Experts, que gestiona la tramitación técnica y administrativa en nombre del promotor.

Mercado secundario de Certificados de Ahorro Energético (CAE) para empresas

Una fortaleza del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) es la posibilidad de ser comercializados libremente en un mercado secundario, generando un espacio económico que conecta a los agentes que generan los ahorros energéticos con aquellos que necesitan cumplir sus obligaciones de eficiencia.

Este mercado introduce flexibilidad en el sistema, permitiendo que los CAE se conviertan en un instrumento financiero y operativo al servicio de la transición energética. Su existencia no solo facilita el cumplimiento normativo, sino que también impulsa la inversión privada en proyectos de eficiencia energética.

Un mercado libre basado en la oferta y la demanda

La oferta de certificados CAE proviene de quienes realizan proyectos de ahorro energético, mientras que la demanda surge de las entidades que pueden reducir sus obligaciones financieras con el FNEE mediante el aporte de estos Certificados de Ahorro Energético.

Este modelo crea un ecosistema colaborativo y de libre mercado, en el que tanto la inversión privada, como la innovación tecnológica, se ven estimuladas por la existencia de un incentivo económico claro y transferible.

Formación de precios de los CAE

El valor económico de los CAE se determina principalmente por la relación entre oferta y demanda en el mercado, aunque también influyen otros factores, como:

1. El coste de equivalente financiero que los sujetos obligados tienen que hacer frente al final del año.
2. La disponibilidad de certificados de ahorro energético con mayor o menor tiempo de ser convalidados frente a las obligaciones.
3. Las condiciones de liquidez y confianza entre los agentes participantes.
4. Estado de cubrimiento de las obligaciones anuales de los sujetos obligados.

El mercado aún presenta cierta volatilidad de precios, propia de un sistema emergente. No obstante, a medida que aumente el número de proyectos y se consolide la demanda de los Certificados de Ahorro Energético (CAE), se espera una mayor estabilidad y transparencia en la formación de precios.

Retos del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) para empresas en España

El sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) es una de las herramientas más innovadoras de la política energética española. Sin embargo, su consolidación requiere afrontar diversos retos técnicos, administrativos y de mercado para garantizar su eficacia a largo plazo y su integración en la estrategia nacional de descarbonización:

1. Madurez y estabilidad del mercado.
2. Simplificación administrativa.
3. Actualización de metodologías y fichas estandarizadas.
4. Coordinación institucional y papel del sector privado.
5. Perspectiva europea y evolución futura.
6. Establecimiento de criterios únicos en las interpretaciones de las fichas estandarizadas.

1. Madurez y estabilidad del mercado

Uno de los principales desafíos del sistema CAE es alcanzar un nivel suficiente de madurez en el mercado secundario. Actualmente, la compraventa de certificados CAE se encuentra en una fase inicial, con precios variables en función del tamaño de los ahorros energéticos y la época del año en el que se comercializa. Con el tiempo, es previsible que un mayor número de actuaciones registradas, la participación de nuevos agentes y la consolidación de las plataformas de intermediación contribuyan a estabilizar precios.

2. Simplificación administrativa

El procedimiento para generar y validar CAE implica una carga documental y de verificación considerable. Para que el sistema sea plenamente operativo y accesible a pymes y promotores locales, será necesario simplificar los trámites, armonizar los criterios entre comunidades autónomas y digitalizar los procesos de registro y validación.

3. Actualización de metodologías y fichas estandarizadas

Las fichas estandarizadas del MITECO son el método más sencillo y rápido que define qué actuaciones pueden generar CAE, cuántos ahorros se les asignan y cómo se deben preparar los expedientes. Pero a medida que surjan nuevas tecnologías, será necesario actualizar las fichas y metodologías.

4. Coordinación institucional y papel del sector privado

El éxito del sistema CAE depende de una colaboración eficaz entre la Administración Pública, el MITECO y los agentes privados. Una comunicación fluida, acompañada de marcos normativos estables y criterios unificados de interpretación, favorecerá la expansión del sistema y su alineación con otras políticas energéticas y climáticas.

5. Perspectiva europea y evolución futura

El modelo español de CAE se inspira en experiencias exitosas de otros países europeos y su desarrollo se enmarca en los objetivos comunitarios de eficiencia y neutralidad climática. En el futuro, es previsible una mayor integración del sistema con los mecanismos europeos e incluso la creación de mercados transnacionales de certificados, que permitan intercambiar ahorros energéticos entre Estados miembros.

6. Establecimiento de criterios únicos en las interpretaciones de las fichas estandarizadas

En la actualidad, cada comunidad autónoma posee criterios propios en la interpretación de algunos parámetros de las fichas estandarizadas o de cómo se deben realizar ciertos expedientes singulares en la aplicación del Protocolo Internacional de Medida y Verificación (IPMVP). Aunque desde el MITECO se van resolviendo lso distintos criterios de interpretación, aún son muchos los casos que quedan a la libre interpretación.

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